04 jun Estados Unidos vs China: la nueva orden de Biden contra empresas chinas que refuerza la dura posición de Washington con Pekín
Biden mantiene y amplía las medidas contra China que encabezó su predecesor.
El presidente de Estados Unidos decidió prohibir que las inversiones estadounidenses en una decena de empresas de tecnología y defensa de China con supuestos vínculos militares.
La nueva orden ejecutiva, de la que informó la Casa Blanca esta semana entra en vigor el próximo 2 de agosto y afectará a 59 firmas del país asiático, incluyendo el gigante Huawei y las tres mayores compañías de telecomunicaciones de la nación.
Se trata de una ampliación de la orden firmada previamente por su antecesor, Donald Trump, que promovió un endurecimiento de la postura con China y llevó a que algunos expertos alertaran de una «nueva guerra fría».
Incluso antes del anuncio oficial de la Casa Blanca, China sugirió que tomaría acciones en respuesta y condenó la medida.
En qué consiste la orden
El decreto amplía el alcance de otra orden ejecutiva que firmó el pasado noviembre el expresidente Trump y que vetaba las inversiones del país en una treintena de compañías chinas por supuestamente respaldar los esfuerzos de los aparatos de inteligencia, militares y de seguridad de Pekín.
El objetivo del veto es asegurar que las inversiones estadounidenses «no apoyan al sector de defensa chino», explicó la Casa Blanca de Biden.
«Las prohibiciones están enfocadas de manera intencional para maximizar el impacto al mismo tiempo que se minimiza el daño a los mercados globales», añadieron las autoridades estadounidenses.
También busca impedir que se beneficie a compañías cuyas tecnologías de vigilancia «contribuyen, dentro o fuera de China, al espionaje de minorías religiosas o étnicas; o bien facilitan la represión y graves abusos de derechos humanos», añadió.
La medida se produce en medio de las graves denuncias sobre violaciones de derechos humanos de China contra los uigures, en la región de Xinjiang, donde la vigilancia utilizada sobre este grupo está bajo escrutinio.
El gobierno de Biden, además, ha acusado a Pekín de actuar de forma más agresiva en el extranjero e incrementar la represión en su territorio.
Diversas empresas chinas incluidas en el listado han considerado «infundadas» las acusaciones de Washington.
De hecho, Xiaomi uno de los principales fabricantes globales de teléfonos móviles y principal competidor de Huawei en el mercado chino, presentó una demanda en los tribunales federales de EE.UU. y la ganó, lo que forzó al gobierno estadounidense a retirarla de su lista negra.
En el actual listado, no obstante, están las tres mayores compañías de telecomunicaciones del gigante asiático: China Mobile, China Unicom y China Telecom.
Huawei, otra de las grandes afectadas, dijo recientemente que las sanciones impuestas por Estados Unidos en 2019 tuvieron un gran impacto en su negocio de teléfonos celulares.
La Casa Blanca además planea ampliar regularmente esa lista, y dará a los inversores estadounidenses un año para desprenderse de sus activos en esas firmas.
Respuesta de China
Pekín condenó la decisión este viernes y denunció que Estados Unidos «ha reprimido y restringido sin escrúpulos a las compañías chinas».
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático Wang Wenbin manifestó la «firme oposición» de China a la orden, que consideró que daña «no solo los derechos legítimos e intereses de las compañías chinas, sino de los inversores globales, incluidos los estadounidenses».
«El bloqueo de Biden a 59 empresas firmas en una orden de Trump modificada ‘no hará más que levantar una piedra que caerá sobre sus propios pies’, según expertos», tituló el diario nacionalista Global Times, tildándola de la orden «más amplia» contra China desde que el demócrata tomara posesión del cargo.
En el artículo, el periódico oficialista recogía opiniones de expertos del país que advertían que la creciente guerra tecnológica entre China y EE.UU. «no cambiará con el gobierno de Biden» y que el nuevo presidente encabeza una «estrategia más completa y profunda» para competir con Pekín.
La medida se produce después de que ambas potencias retomaran las negociaciones comerciales por vía telefónica.
En su primer «encuentro» bajo la presidencia de Biden el mes pasado, representantes de ambos países mantuvieron un diálogo para tratar de «desarrollar el comercio bilateral», estancado desde 2018 por la guerra comercial iniciada por Trump.
«Ambas partes mantuvieron intercambios sinceros, pragmáticos y constructivos con actitud igualitaria y respeto mutuo», informó el Ministerio de Comercio de China.
Sin embargo, Biden ha insistido que los aranceles existentes se mantendrán de momento, a medida que trata de impulsar la economía estadounidense, afectada gravemente al inicio de la pandemia pero en proceso de recuperación.
Fuente: BBC Mundo
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